Dr. Fabiola Herrera
Dr. Karla Moreno
Dr. Silvia Ruelas
Dr. Juan Carlos Serna
Instituto Visión Láser, Aguascalientes, México.
La Organización Mundial de la Salud define a la miopía y la miopía degenerativa como una enfermedad ocular que, a nivel mundial, aumenta el riesgo de pérdida visual.
Los cambios en el estilo de vida han contribuido al aumento en la prevalencia de la miopía. Según estudios del Instituto Internacional de Miopía (IMI), para el año 2020, el 30 % de la población mundial presentaba miopía, y se estima que para el año 2050 esta cifra alcanzará el 50 %, con un 10 % de la población afectada por miopía elevada.
A medida que aumenta el nivel de miopía, el riesgo de padecer enfermedades oculares que amenacen la visión en etapas posteriores de la vida también aumenta como se muestra en la siguiente tabla:
Para reducir este riesgo de desarrollar complicaciones graves asociadas con la miopía, las investigaciones demuestran que cada dioptría cuenta. Un aumento de 1 dioptría (D) en la miopía se asocia con un mayor riesgo de:
Degeneración macular miópica: 57%
Glaucoma de ángulo abierto: 20%
Catarata subcapsular posterior: 21%
Desprendimiento de retina: 30%
Además de las dioptrías, la longitud axial se relaciona con un mayor riesgo de discapacidad visual; por lo que es necesaria la vigilancia de este parámetro durante la infancia y la adolescencia. En la siguiente tabla se describe la longitud axial promedio por edad y sexo.
Debido al impacto que la miopía tiene en aspectos educativos, económicos y en la calidad de vida, el Instituto Internacional de Miopía (IMI) busca generar conciencia y lograr un consenso global sobre su manejo y control, mediante reuniones de expertos y la publicación de informes basados en evidencia.
La miopía se ve influenciada por factores de riesgo no modificables, entre ellos la etnia, la herencia y la refracción, así como por factores modificables tales como el tiempo dedicado a actividades al aire libre y el trabajo de visión cercana como en pantallas y dispositivos móviles. El género, la edad, los patrones de sueño y la ubicación geográfica se consideran factores de carácter especulativo.
Las opciones de tratamiento más efectivas, para controlar la miopía, retardar su progresión y evitar la elongación del globo ocular son:
Lentes aéreas: Cuentan con una zona central clara para la visión lejana con corrección completa y una zona de tratamiento que contiene puntos difusores para crear un desenfoque miópico y reducir el contraste en la retina con una eficacia mayor al 60%.
Existen otros diseños de lentes aéreos para el control de miopía, como lo son: lentes progresivas, bifocales y de desenfoque periférico, sin embargo por su eficacia limitada menor al 30%, no se recomiendan de primera instancia.
Lentes de contacto (LC): Suelen basarse en la teoría del desenfoque periférico, para ralentizar la progresión de la miopía con una efectividad de hasta el 50%. Ademásofrecen beneficios como independecia, seguridad, participación en el deporte y mejor apego a tratamiento.
Otras variaciones de diseños de LC son los lentes multifocales y los de profundidad de enfoque extendida, los cuales se basan en las teorías de desenfoque periférico y desenfoque simultáneo del control de la miopía. Estos tienen diferentes potencias en toda la lente, lo que crea una gama de visión nítida a distintas distancias con una tasa de efectividad menor al 35%.
Ortoqueratología: Este tipo de LC tienen un rendimiento muy similar a LC blando para retardar la elongación axial en niños miopes y la independencia de uso de lentes durante el día.
Terapia combinada
Algunos estudios demuestran que el uso de ciclopléjicos como la atropina en concentración baja (al 0,01 %) puede ser útil para enlentecer la progresión de la miopía y ofrece beneficios adicionales al combinarse con otros tratamientos ópticos.
Es importante considerar que suspender la atropina de forma súbita puede generar un efecto rebote por lo que se recomienda una reducción gradual de la dosis. En caso de suspender el tratamiento de la miopía antes de la edad adulta, se requiere un seguimiento estrecho y continuo para controlar el efecto rebote.
Opciones emergentes para el tratamiento de la miopía
La terapia con luz roja de bajo nivel repetida (RLRL) ha surgido recientemente como una nueva estrategia de tratamiento para el control de la miopía. Un estudio intervencional de 2 años mostró una reducción de la elongación axial y la progresión refractiva en más del 50%.
Existen algunas preocupaciones con la terapia RLRL:
Se necesita más investigación para evaluar la seguridad y eficacia a largo plazo de la terapia RLRL en niños, incluidos los de otros grupos étnicos y con un seguimiento mayor.
Consideraciones para el tratamiento de control miopía
Los criterios más importantes a considerar para elegir el tratamiento de control de la miopía son:
¿Cuándo finalizar el tratamiento de control miopía? La miopía suele progresar hasta mediados de la adolescencia, aunque algunos pacientes continúan progresando hasta los 20 años. A menudo es mejor continuar con el control hasta principios de la edad adulta para cubrir los años de posible progresión.
Se puede considerar volver a usar lentes monofocales si la progresión es estable en los últimos dos años, o si el paciente tiene 18 años o más con progresión lenta o nula.
Bibliografía:
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